viernes, 17 de julio de 2009


¡HOLA, BIENVENIDOS!

Esta es mi primera experiencia con un Blog (creo que se llama así)… Me lo armó mi hija, a mi pedido, ya que desde hace rato quería poner por escrito algunas zonceras que me han acompañado toda la vida… Y como pa´ un periódico, no me da el cuero… y ni siquiera para una página web, saco esto.
Si alguien quiere ver aquí un espacio informático bien armadito, atractivo, con diseño moderno, no pierda el tiempo leyendo estas líneas… Éstas van a salir como yo pueda y a los ponchazos… y no se encontrarán aquí más que juicios, opiniones ( y por qué no divagaciones), sobre las cosas, los hechos, las ideas...¸ escritas de corrido y al volar del teclado… ¡Bien a lo pampa! ¡Con toda la ignorancia de alguien que de computación sabe que hay que sentarse darle, sufrir y seguir dándole…!
Además, voy a tratar de armar otra sección, entrada o como se llame a la cual denominaré Déjenme contar (nombre que usé, a comienzos de siglo, en un programa nocturno en FM Génesis)… Allí no solo narraré sino que hasta, a lo mejor, me anime con algún comentario, alguna versificación, algo de teatro o adaptaciones varias; todo, desde ya, sin ningún valor literario… (Esta parte del Blog tendrá como única intención tenderle una emboscada, hacerle una trampa, intentar un ejercicio subversivo y colectivo contra al lenguaje y su rigidez que, como podemos darnos cuenta, más no impide que nos permite decir).
Me quedaría explicar en este primer contacto el nombre del blog y su descripción: Concepto, etc. etc.: lo rescato de un programa de radio que en la década de los noventa difundíamos por FM 100 Radioemisora Crespo…
Su emisión se realizaba en vivo y con teléfono abierto y sin filtro, dos horas desde el lunes hasta el viernes, por las tardes…Y su importancia, al menos siempre lo creímos así junto con el director de la emisora, radica en que en la ciudad resultó una suerte de adelanto del periodismo de opinión (¡Ojo, nadie vaya a creer que alguna vez me pensé periodista) que hoy se cultiva, con distintos grados de calidad en prácticamente, todos los medios comunicacionales… Sin embargo, en aquellos años, hasta la aparición de Concepto, al menos en Crespo no sucedía tal cosa… Hasta esos días, el único que se animaba a comentar las noticias, a opinar en el medio radial críspense sobre la actualidad y la información general era Héctor Vicente LÓPEZ, el director de FM 100… Al respecto, cuento una infidencia: en la ciudad había otra FM con una cobertura geográfica impresionante… Quién entonces ejercía su dirección entendía que debía ser una emisora segmentada (como las de Buenos Aires), orientada, fundamentalmente, a las clases sociales alta y media alta y a la juventud. Tan así era que, por ejemplo, tenía prohibido en sus programaciones la difusión de publicidad de carnicerías y/o de verdulerías…
¿Y los medios escritos locales? No quiero comenzar estos primeros contactos peleándome con nadie pero como al escorpión, me vence mi propio instinto y lo declararlo sin tapujos: siempre, aún hoy, representaron el discurso dominante…
De esta forma, por aquel tiempo, únicamente FM 100 con el estilo de una AM, era la que se aventuraba en la protesta contra el poderoso, la que marcaba sin intereses ni compromisos los errores de los que mandaban, la que abría sus micrófonos a los que no tenían voz… Y ése fue el medio en el que germinó Concepto…Así es como, transitando la misma senda que Héctor LÓPEZ producía en su radio, nuestra propuesta agregó la expresión de una visión personal, tal vez no muy lúcida pero sí profundamente responsable, no ya sólo sobre el acontecer diario sino también sobre, muchísimos tópicos que forman parte de las broncas, las alegrías, las perplejidades del hombre más allá del espacio social y de los tiempos que le tocare fatigar… Una visión que nunca se pretendió erudita sino profundamente informal, definitivamente parcial, firmemente provisoria y sumamente pretenciosa de resultar disparadora en el oyente de conectividades de todo tipo…; todo esto, hecho desde el convencimiento de que muchas veces, nuestro discurso resultaba resonador de infinidad de voces que no tenían oportunidad de ejercer públicamente la palabra…
En Concepto siempre dijimos lo que pensábamos; pero también, siempre pensamos lo que dijimos… Y tan mal no nos fue…; ya que, debo añadir aún con riesgo de parecer agrandadito, produjimos, además de un considerable éxito de audiencia una posterior renovación de los medios de comunicación locales… Y, lo más importante, resultamos creíbles…; tan así fue que, hoy a casi veinte años de esas nostálgicas jornadas, la gente nos recuerda permanentemente segmentos de aquellas tenidas radiales entre Dalmiro SOSA… y Usted…, como decían los avances del programa.
Hoy, las condiciones no están dadas para repetir radialmente aquella satisfactoria experiencia comunicativa. Empero, ¡Gracias a Dios! (y a Internet; la tan denostada por mí Internet) puedo aventurarme en el intento de contarle a alguno que le interese algunas cosas que decíamos entonces y que hoy soy capaz de seguir sosteniendo o de someter a nuevas pruebas aquellos pensamientos míos que los años me los han mejorado, corregido o devaluado…
Finalmente, intento que estas líneas me sirvan también, como una suerte de ensayo de esa ímproba tarea que me he fijado para dentro de un tiempo cuando me jubile: contar lo que pueda de la historia de los Pioneros en Crespo de los Medios de Comunicación Orales: la propaladora local; el Circuito Cerrado Crespo y la FM y los hombres que condujeron sus destinos…
Algunas promesas para quienes visiten este espacio (como para que alguno se ponga expectante, otros se enojen y los más no vuelvan al mismo): opinión sobre La Soberbia del Campo; los plus éticos, estéticos y dietéticos de algunos profesionales médicos…; la narración de El día en que me morí; y algún cuentito que casi seguro tendrá que ver con mi amigo de la infancia Pocho y su mala suerte…
Bueno, si alguien lee estas líneas, espero su opinión, su sugerencia, su puteada o lo que fuere… Entretanto, voy a ver si puedo hacerle poner a este espacio la musiquita que acompañaba el inicio de aquellas emisiones de los noventa…
Desde el ciber, me gustaría despedirme como lo hacía entonces pero, como no me acuerdo los nombres propios a los que saludaba al cierre de cada emisión… (si encuentro los casetes de aquellos días tal vez pueda repetirlo); por ahora digo: ¡Hasta un nuevo encuentro, si Dios así lo Permite!

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